Los sentidos se agudizan al observar las diminutas piezas de plata perforada y formas rebeldemente perfiladas en el taller de joyería de pablo Andrés Caporali y su mujer María José Mattioli. En su localidad, Binéfar, descubrimos un sorprendente escenario de anillos y colgantes de ágatas, turquesas y malaquitas.