Los recuerdos y la nostalgia de muchos que vivieron la época de esplendor de las factorías de pescado en La Gomera, han dejado paso a un triste futuro que parece querer olvidar lo que allí aconteció. Un pedacito de nuestra historia se va borrando imperceptiblemente y las factorías, otrora lugares donde palpitaba la vida y la animación, han dado paso al silencio.