La denominación de pavo oscense es relativamente reciente e identifica a una población de estos animales que era bastante habitual en muchas comarcas de la provincia de Huesca. Ricardo Azón y José Ramón Bielsa, en su afán por recuperar aquellas razas de explotación de ganadería doméstica en período de extinción, iniciaron un proceso de reproducción a partir de unos ejemplares hallados en una explotación ganadera, con la colaboración de expertos en genética avícola.