Cuando las primeras nieves tiñen las cumbres de Sobrepuerto, los ganaderos tienen que recoger todos los animales del rebaño, que han estado pastando diseminados por el monte en un amplio espacio de unas 9.000 hectáreas. El ganado vacuno de la familia de Adolfo Sanz de Sarvisé es el que desde hace varios años aprovecha los pastos de estas montañas de Sobrepuerto.