Resguardado en los repliegues de las abruptas sierras de Caballera y Riglos encontramos Linás de Marcuello. Con su mirada fijada en las amplias vegas de la Hoya de Huesca, esta acogedora localidad refugia, entre sus calles, añejas casas dignas de una visita.
Al abrigo de las hojas de un viejo chopo permanece perenne el edificio que acogía la antigua escuela del pueblo, convertida hoy, en centro museístico.
Rafael Jiménez decidió crear entre estas paredes un espacio en el que poder mostrar cómo fue la vida en la escuela rural y rendir homenaje a todos aquellos maestros y maestras que, como él, iniciaron su andadura profesional en un pequeño y peculiar municipio.