Instalados en pleno Pirineo aragonés, los habitantes de San Juan de Plan (Huesca) ha vivido acostumbrados a aprovechar al máximo los recursos que su medio les ofrece. En el año 2001 un grupo de mujeres decidió recuperar todo el proceso textil de la lana, desde el esquilado de las ovejas en la primavera hasta el trabajo en el telar para elaborar prendas con la que combatir los rigores del duro inviemo.