En el Pirineo Occidental, los ríos Aragón-Subordán, Veral, Esca e Irati corren perpendiculares a la cordillera formando
profundos valles hasta desembocar en el río Aragón que conduce sus aguas hasta el Ebro. Estos eran los itinerarios
que, para vender la madera, recorrían los nabateros del Pirineo Occidental hasta llegar a Zaragoza, Caspe
y en muchas ocasiones a Tortosa, su destino más lejano, donde entregaban los pedidos de la Armada Real.