Pocos términos hay como Tauste para comprender la diferencia entre lluvia y sequía, tierra fértil y estériles yesos. En definitiva, el secano y regadío. Estos grandes contrastes se han ido reduciendo desde hace casi mil años. Un paisaje agreste que poco a poco se ha ido humanizando. Primero con los regadíos del Arba desde al menos el siglo XIII, luego con el Canal de Tauste desde el siglo XVI, y finalmente en el siglo XX con el Canal de Bardenas a través de las acequias de Cinco Villas y Sora.
Tauste es la puerta de las Cinco Villas desde el Ebro. Una población situada entre el desierto y la vega que brilla con luz propia. Una localidad como Tauste no podía dejar de enseñar a sus visitantes la importancia del agua en su historia, motivo por el que nació Aquatauste, un parque compuesto por tres espacios diferentes.