La historia y actividad de las salinas de Nuévalos comienza en el siglo XIII. Desde su creación fueron administradas por diferentes manos, desde los propios vecinos del pueblo hasta por los monjes del cercano Monasterio de Piedra. La industrialización y mecanización del campo a mediados del siglo XX provocó un acentuado descenso en el rendimiento de las salinas, que finalmente fueron abandonadas.