En la localidad altoaragonesa de Benabarre todavía se conserva el taller de calderería que regentó Joaquín Sirvent hasta su fallecimiento. En este mismo taller aprendió también el oficio su hermano Manuel, quien estuvo trabajando con su padre hasta los 25 años. Hoy, casi medio siglo después, ha decidido coger las herramientas y trabajar con sus manos uno de los modelos de calderos que fabricaba en su taller.