Hoy, como un ejemplo de la arqueología industrial del municipio de Bielsa, todavía se conservan los restos de algunas de las instalaciones que se levantaron a las orillas del río Barrosa para la explotación de las minas. Ruinas, edificios y elementos que hace menos de un siglo daban trabajo a unas 250 personas, tanto en las minas como en las instalaciones de manipulación de los minerales. Todo un conjunto de restos materiales que nos dan testimonio de la importancia de este centro de la explotación de plomo, plata y hierro, entre otros minerales.