La orografía de la Isla de Gran Canaria y su carácter volcánico ha permitido a los pobladores, desde la época anterior a la conquista, el aprovechamiento y habitabilidad de las cuantiosas cuevas que se multiplican a lo largo de la isla. En la actualidad, además de poder disfrutar todavía de la visita a aquellos yacimientos arqueológicos de gran importancia, que perviven al paso del tiempo como testigo de lo que fueron en el pasado, se puede contemplar el uso actual de esas oquedades como vivienda.