Una prodigiosa coreografía de trazos sutiles y firmes hipnotiza los sentidos del ser más impasible. El aura vaporosa de Trastelar es sinónimo de fulgor, de vivacidad y de impresiones plasmadas sobre caprichosos tejidos. Laura Allúe ha bebido de sus fuentes más cercanas y ha rematado sus enseñanzas para desarrollar su atávico oficio.